martes, 6 de noviembre de 2007

LA JORNADA

Martes 4 de octubre de 2005

Por Barry J. Marshall y J. Robin Warren, Nobel de medicina
  • Los australianos probaron que las úlceras estomacales tienen origen bacteriano.
  • El primero se inoculó la bacteria Helicobacter pylori para demostrar su teoría.
  • Gracias a sus descubrimientos la enfermedad podrá tratarse por medio de antibióticos, señaló el jurado.


Estocolmo, 3 de octubre. Los investigadores australianos Barry J. Marshall y J. Robin Warren ganaron el lunes el premio Nobel de medicina por haber probado, ante el escepticismo de la comunidad científica, que las úlceras estomacales tienen origen bacteriano y pueden ser tratadas con antibióticos.
Los trabajos de J. Robin Warren, de 68 años, y de Barry J. Marshall, de 54, que comenzaron en 1982 en Perth (oeste de Australia) echaron por tierra los dogmas sobre estas enfermedades.
Para demostrar la validez de su teoría de que la famosa bacteria Helicobacter pylori, que ellos identificaron, podía causar úlceras, Marshall llegó hasta ingerirla y cayó muy enfermo.
Los científicos australianos, que trabajan juntos, "hicieron en 1982 el destacado e inesperado descubrimiento de que tanto la inflación en el estómago (gastritis) como la úlcera del estómago o del duodeno (...) son el resultado de una infección causada por la bacteria Helicobacter pylori", dijo el jurado.
Las úlceras estomacales son una de las enfermedades más comunes de la humanidad y pueden desembocar en muchos casos en cáncer de estómago.
"Gracias a los pioneros descubrimientos de Marshall y Warren, la úlcera ya no será una enfermedad crónica, que con frecuencia generaba incapacidad, sino una enfermedad que puede curarse con un breve régimen de antibióticos e inhibidores de secreciones ácidas", dijo el jurado en sus considerandos.
Antes del descubrimiento de la bacteria en 1982, el estrés y el estilo de vida eran considerados las mayores causas de las úlceras, pero en la actualidad se ha determinado con certeza que la Helicobacter pylori causa más de 90 por ciento de las úlceras duodenales y hasta 80 por ciento de las gástricas.
Menos cáncer y cirugías
En la actualidad las úlceras de estómago ya no necesitan prácticamente más tratamiento quirúrgico y los cánceres de este órgano disminuyen en forma notable, pero siguen siendo la segunda forma de cáncer más mortal.
La Asamblea Nobel del Instituto Karolinska de Estocolmo saludó a los dos investigadores "por su notable e inesperado descubrimiento".
"¡Gracias a todos! Por el momento no me doy abasto con las llamadas telefónicas de felicitaciones que llegan de todo el mundo", declaró Barry Marshall en su portal de Internet.
En el Reino Unido, Robert May, presidente de la Real Sociedad, declaró que "el trabajo ha producido uno de los cambios más radicales e importantes de los últimos 50 años".
Al recordar que Marshall se había inoculado la bacteria en 1985 para callar a los escépticos, May estimó que "ese acto extraordinario había demostrado su compromiso excepcional y su dedicación a la investigación".
En Francia, el profesor de bacteriología Francis Megraud, de la Universidad de Burdeos (suroeste), responsable del centro nacional francés de referencia para esta bacteria, estimó que "no hay muchos descubrimientos médicos como éste que hayan tenido tanto impacto en la vida de la gente".
Según Megraud, "la enfermedad de las úlceras está en vías de desaparición" en los países desarrollados.
La Helicobacter pylori se encuentra en el estómago de la mitad de los humanos, pero la proporción es mucho más fuerte en los países en vías de desarrollo.
La infección se contrae con mayor frecuencia durante la infancia, sobre todo a causa de la transmisión de la madre al niño, y la bacteria puede permanecer en el estómago durante el resto de la vida de la persona.
En muchas personas no hay síntomas de la infección, pero entre 10 y 15 por ciento desarrollan una úlcera en algún momento. En casos severos pueden producirse perforaciones y pérdidas de sangre; algunos individuos desarrollan cánceres.
Beneficio a otras áreas
La identificación de la bacteria hizo posible gran cantidad de investigaciones en áreas relacionadas, sobre todo en otras infecciones crónicas. "El descubrimiento de la Helicobacter pylori ha llevado a entender mejor las conexiones entre infecciones crónicas, inflación y cáncer", precisó el jurado.
El año pasado, el premio fue atribuido conjuntamente a los estadunidenses Richard Axel y Linda B. Buck por sus trabajos sobre el sistema olfativo.
El Nobel de medicina, dotado con una medalla de oro y una suma de 10 millones de coronas (1.3 millones de dólares) es otorgado por el comité del Instituto Karolinska de la capital sueca, uno de los más grandes hospitales de centro de investigaciones de Europa.
La entrega formal será el 10 de diciembre en Estocolmo.
El Nobel de física será anunciado el martes y el de química el miércoles, mientras el de la paz será dado a conocer el viernes.
El de literatura, tradicionalmente anunciado un jueves, podría ser el siguiente o quedar para la próxima semana. El de economía se hará público el 10 de octubre.

La Caza

Porque el hombre
Tal vez no sea
Más que un sabueso
En este coto cerrado del planeta.
Y yo pienso que él solo… este perro de caza
Tiene que levantar la pieza:
“La Ley del Universo”…
Perseguirla, darle alcance, apresarla entre los
dientes y traerla,
viva o muerta,
a las manos del Gran Cazador
que lo observa todo… y espera.
Este es el juego
Dios es el cazador… y la vida una caza sin tregua,
Donde el olfato del perro,
Su ingenio y su destreza
Es lo único que en este
Espectáculo interesa.
En esta caza
El botín no es lo que cuenta.
Lo de menos es lo que se cobra.
Lo de menos… la pieza.
La pieza es el secreto, el gran secreto
Que Dios tan sólo sabe en qué lugar se encuentra
El la ha escondido
Para tener al perro siempre alerta.
Acaso es un pretexto nada más…
Tal vez un palo sucio y lleno de algas
Que ha arrojado a la playa la marea.
Aquí el perro es el héroe…
El perro es el héroe de4 esta metafísica tragedia…
Y Dios, el gran espectador,
Que atentamente observa.
El perro va y viene,

Desgarra la maleza,
Escarba en los barbechos,
Se mete como una comadreja
en el túnel angosto de los topos…
A veces levanta al cielo la cabeza
Porque piensa, ¡sueña!,
Que la caza es de alta cetrería
Y lo que hay que cazar es una estrella.
Este es el juego
Hasta la fecha;
El hombre, cavando pozos en la tierra
O disparando cohetes y sputniks a las estrellas…
Y Dios… allí esperando,
Sentado en una piedra
En su trono,
En la roca mas alta del planeta.

Un día
Llegará el perro a su presencia,
Tal vez con un palo sucio entre los dientes,
Tal vez con una estrella.
Dará igual.
Lo importante es el juego…
Lo de menos… la pieza.
Y Dios dirá: Esta es la “Ley del Universo”:
La busca, la rebusca… la angustiosa rebusca
Que tiene al perro siempre alerta.

Felipe, León; Llamadme Publicano; Visor, Madrid 1982